¡Ya estamos en octubre así que es
momento de empezar con las publicaciones creepy 👻 o al menos lo intentaré jajaja!
Entonces vamos a empezar el mes
conociendo a escritores que fueron lo suficientemente inteligentes como para
confesar los crímenes que cometieron en sus novelas.
El secreto culpable, ¿acaso el título ya les dice algo? Probablemente nada sospechoso pero a eso agréguenle que en el prólogo el autor dio otra pista de la pesada carga que llevaba desde hace muchos años, es decir los cuerpos de cuatro inocentes personas a cuestas.
Fue así como a través de su libro, Liu Yongbiao confesó los crímenes que
cometió en 1995 cuando junto a su cómplice asesinó a dos abuelos y su nieto y
una persona más.
Anne
Perry optó por el género de novela negra, ¿habrá
sido coincidencia o su mentalidad de asesina la ayudó con eso?
La autora inglesa no fue tan vanidosa como
para confesar el homicidio que cometió cuando era joven en alguna de sus
novelas sino que simplemente decidió confesarlo. Resulta que Anne en realidad
era Juliet Hulme, una mujer que a sus 13 años planeó y asesinó a la madre de su
amiga, pero no se alteren que la amiga la ayudó 😵
La madre de la joven murió debido a que
le machacaron el cráneo con un ladrillo envuelto en una especie de calcetín.

Todo iba bien hasta que sus confidentes
escribieron y publicaron el libro “Y los
hipopótamos se conocieron en sus tanques” en donde cuentan la historia del
homicidio.
En el año 2000 Krystian Bala asesinó a un hombre que creía era el amante de su ex
esposa, sin embargo no pudieron culparlo por falta de pruebas, sin embargo en
el 2003 el autor polaco tuvo la grandísima y genial idea de publicar una novela
titulada Amok, en donde relató con detalles el asesinato.
Esas fueron las pruebas necesarias para
retomar el proceso, aunque Bala se justificó diciendo que era injusto ser
condenado por una historia de ficción.
Ahora pasamos a la sección de redención
o vanidad exagerada, como ustedes prefieran 😐 Estas personas aprovecharon la fama de sus homicidios para
obtener algunos ingresos y seguir en el ojo público.
Hugh
Collins tuvo un largo historial de alcohol, drogas y
cuchilladas, aunque sólo se le pudo probar un asesinato.
El escocés descubrió la escritura y la
escultura en un programa de reinserción en la cárcel y seis años después de
haber sido liberado publicó su primer libro Autobiografía de un asesino.
Por último, Issei Sagawa tuvo una agradable cena en compañía de una chica, desafortunadamente
para ella esa sería su última conquista puesto que Sagawa la asesinó y
posteriormente la descuartizó.
Sin embargo, la joven siguió
acompañando al asesino como su alimento.
Y años después escribió un libro al respecto.
El famoso autor de los asesinatos
cometidos en ciudad de Kobe al oeste de Japón, escribió un libro autobiográfico
en el que detalla aspectos de su infancia así como de su vida después del
psiquiátrico.
El “Asesino de Kobe” se hizo famoso tras haber matado a cinco niños, de
los cuales dos murieron golpeados por un martillo y a otro lo decapitó para
colgar su cabeza en la entrada de la escuela a la que iba.
¿Ustedes
qué opinan, empezamos bien el mes o no? 😅
¡No
olviden dejarme sus comentarios y díganme qué entradas les gustaría ver!
Nos
leemos pronto ;)
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