En esta ocasión quise salir de lo
tradicional y decidí hacer una entrada especial para conocer un poco de la
perturbadora vida de los creadores de literatura infantil =O
Así es, porque todos tenemos un oscuro
pasado o quizá no tan oscuro, pero uno nunca sabe lo que vive la persona que
escribe esas lindas, inocentes y divertidas historias para niños.

No ahondaré mucho en el tema pues este
personaje merece una entrada exclusiva, pero sí les diré que además de escritor
Dodgson disfrutaba de la fotografía y por supuesto de retratar a jovencitas
desde su niñez hasta la adolescencia, pero eso no es lo “retorcido” sino que
entre sus cosas también encontraron fotografías de desnudos =S, así es, Lewis Carroll fotografiaba
a niñas desnudas.
No sé cómo eran las cosas en esa época
pues hay quienes lo defienden, pero a mí me pone los pelos de punta y enfurece.
Quizá a muchos no les suene el nombre de
Hans Christian Andersen pero seguramente conocen sus cuentos como “El patito
feo”, “La sirenita”, “La princesa y el guisante”, “El cofre volador”, “El traje
nuevo del emperador”, “El ruiseñor”, “El soldadito de plomo”, “Pulgarcita”,
entre otros.
Pues este hombre que a muchos niños (contándome)
dio felicidad con sus historias y provocó la imaginación, en realidad no se
sentía orgulloso de sus obras infantiles, lo cual es algo triste porque gracias
a estos cuentos sigue siendo recordado.

Algunas de sus decepciones amorosas
fueron plasmadas de cierta manera en sus cuentos, como es el caso de “El
ruiseñor” que se inspiró en la famosa soprano Jenny Lind, mejor conocida como
la ruiseñor sueca.
Por último, no podía faltar uno de los
autores más famosos y mejor recordados de la literatura infantil, Roald Dahl. Autor de “Charlie y la fábrica de
chocolate”, “Matilda”, “El gigante bonachón”, “Las brujas”, entre muchos otros.
La infancia del autor no fue del todo
linda pues cuando era pequeño murió su hermana y poco después falleció su papá.
Posteriormente las cosas cambiaron y
algo curioso es que cuando iba al colegio una fábrica de chocolates a veces
mandaba cajas con sus nuevos productos para que fueran aprobados por los estudiantes,
entonces Dahl soñaba con un día inventar una barra de chocolate que fuera del
gusto del dueño de la fábrica. De este capítulo en su vida surgió la historia
que todos conocemos.
Al pasar los años nuestro autor favorito
se unió a la Royal Air Force, en
donde tuvo un grave accidente al estrellarse en el desierto de Egipto, como
consecuencia se fracturó el cráneo y rompió su nariz, además quedó ciego por
ocho semanas.

Pero la vida es muy injusta y así como la
enfermedad le quitó a su pequeña hermana y a su padre, pasó lo mismo con una de
sus hijas además de que su único hijo varón murió de hidrocefalia. Aunque éstos
hechos sirvieron como impulso para que Dahl trabajara en el desarrollo de lo
que más tarde se conocería como válvula de Wade-Dahl-Till, un dispositivo para
ayudar a víctimas de hidrocefalia.
Espero no se hayan aburrido y díganme en los comentarios cuál es su cuento infantil favorito ;)
Los míos son algunos de H.C. Andersen =P
Entradas relacionadas:
Reseña: Charlie y el gran ascensor de cristalPelículas basadas en libros infantiles
No hay comentarios.:
Publicar un comentario